Trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños

Criar niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) puede resultar difícil y estresante para cualquier padre. Puede ser difícil entender por qué su hijo se comporta de esa manera y puede ser difícil saber la mejor manera de manejarlo. El TDAH puede hacer que los niños tengan dificultades para prestar atención, controlar sus emociones y gestionar su comportamiento. Los padres de niños con TDAH a menudo se sienten abrumados y frustrados, ya que no siempre saben cómo responder al comportamiento de su hijo. Para afrontar los desafíos de criar niños con TDAH, es importante comprender qué es el TDAH, qué lo causa y cómo se puede controlar. Con las estrategias y el apoyo adecuados, los padres pueden ayudar a sus hijos con TDAH a prosperar y alcanzar su máximo potencial.

¿Qué es el TDAH?

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una afección que afecta a personas de todas las edades, aunque a menudo se diagnostica en la infancia. Las personas con TDAH tienen problemas para prestar atención y controlar conductas impulsivas. Alrededor del 9% de los niños tienen TDAH y ocurre tanto en niños como en niñas. Si bien muchas personas “superan” sus síntomas a medida que envejecen, algunas personas padecen el trastorno a lo largo de su vida y necesitan estrategias de por vida para controlar los síntomas y llevar una vida exitosa. El TDAH es un trastorno neurológico que afecta la capacidad de las personas para prestar atención, regular las emociones y controlar los impulsos. Todas estas son funciones de la corteza prefrontal, el área del cerebro que controla estas habilidades. Debido a que la corteza prefrontal de las personas con TDAH no funciona tan eficientemente como debería, tienen problemas con estas habilidades.

Causas del TDAH

El TDAH es causado por diferencias en la forma en que ciertas partes del cerebro están conectadas y reguladas. Los científicos no saben qué causa exactamente estas diferencias en el cerebro. Las investigaciones han demostrado que la genética, las complicaciones prenatales y perinatales, la mala nutrición y la exposición a toxinas pueden ser factores contribuyentes. Algunas investigaciones también sugieren que las experiencias de la primera infancia y las prácticas de crianza pueden estar relacionadas con el desarrollo del trastorno. En otras palabras, la forma en que se cría a las personas puede afectar la probabilidad de que desarrollen los síntomas del TDAH en el futuro. El TDAH no es causado por una mala crianza o un mal cuidado infantil.

Síntomas del TDAH

Los niños con TDAH pueden exhibir una variedad de comportamientos que incluyen dificultad para prestar atención, comportamientos impulsivos, hiperactividad y distracción con facilidad. Es importante señalar que no todos los niños con estos comportamientos tienen TDAH. Es posible que tengan otras afecciones que también pueden causar estos síntomas o que simplemente sean parte del desarrollo infantil normal. Los padres y cuidadores deben hablar con su médico si les preocupa que el desarrollo de su hijo no esté bien encaminado. Para diagnosticar el TDAH, el médico tendrá en cuenta la etapa de desarrollo del niño (por ejemplo, si tiene la edad adecuada para poder realizar determinadas habilidades), la gravedad de los síntomas y si el entorno del niño le brinda apoyo y cariño. Aquí hay algunos ejemplos de síntomas que pueden indicar que un niño tiene TDAH: Problemas para prestar atención a tareas o instrucciones No terminar las tareas escolares o domésticas Se inquieta o se retuerce con frecuencia Parece que no puede permanecer sentado Se distrae fácilmente Problemas para seguir instrucciones Hablar o interrumpir en exceso otros No termina lo que empieza Juega ruidosamente No parece entender las consecuencias de sus acciones

Diagnóstico de TDAH

Como todos los trastornos, el diagnóstico de TDAH es un juicio clínico basado en una serie de criterios. Dado que los síntomas del trastorno pueden ser causados por otras afecciones médicas o problemas de desarrollo, los expertos médicos utilizan un conjunto de pautas estandarizadas (una "lista de verificación") para determinar si una persona tiene la afección o no. Las directrices analizan la siguiente información: Edad y etapa de desarrollo de la persona (por ejemplo, si está en el rango de edad correcto para poder hacer ciertas cosas) Gravedad de los síntomas El impacto de los síntomas en la vida de la persona (por ejemplo, si tienen dificultades significativas en su vida debido a los síntomas) La presencia de otras condiciones médicas o del desarrollo que podrían explicar los síntomas La evaluación está destinada a ayudar a los médicos a descartar otras posibles explicaciones de los síntomas.

Tratamiento del TDAH

No existe un enfoque único para el tratamiento del TDAH. El enfoque que funciona mejor es aquel que reconoce y tiene en cuenta las necesidades y capacidades de cada individuo. Esto puede significar que el plan de tratamiento cambia con el tiempo, a medida que cambian el individuo y sus necesidades. El primer paso del tratamiento es que el médico evalúe las necesidades del individuo y adapte el tratamiento en consecuencia. El médico también explorará la posibilidad de que existan otros problemas que puedan estar contribuyendo a los sentimientos de angustia e infelicidad. Una vez que el médico ha realizado un diagnóstico y ha ideado el plan de tratamiento, es importante que el individuo y las personas que lo rodean sean conscientes del tratamiento y de cómo puede afectar su vida cotidiana. Educar a los familiares y amigos sobre esta afección puede ayudarlos a comprender los desafíos que enfrenta el individuo y brindarles herramientas para ayudar a apoyar y alentar al individuo.

Consejos para padres de niños con TDAH

Si bien no existe cura para el TDAH, existen formas de controlar los síntomas y ayudar a los niños y adolescentes a llevar una vida feliz y exitosa. A continuación se ofrecen algunos consejos para ayudar a controlar los síntomas y brindar apoyo a las necesidades de un niño con TDAH: Cree una rutina diaria: la rutina y la estructura son importantes para los niños con TDAH. Les ayudan a sentirse seguros y tranquilos y reducen las distracciones y problemas que enfrentan en la vida cotidiana. Asegúrese de que su hijo tenga una hora de acostarse adecuada a su etapa de desarrollo. Establezca rutinas diarias consistentes para comidas, tareas, quehaceres y actividades extracurriculares. No sobrecargues a tu hijo con demasiadas actividades. Es importante lograr un equilibrio entre ser productivo y tener mucho tiempo de inactividad. Ayude a su hijo a establecer metas alcanzables e identificar sus fortalezas y debilidades. Esto les ayudará a desarrollar la confianza en sí mismos y a sentirse orgullosos de sus logros.

Establecer expectativas y límites

Los niños con TDAH pueden tener dificultades para controlar sus impulsos y actuar sin considerar las consecuencias de sus acciones. Pueden ser impulsivos e impacientes y tener problemas para comunicarse y esperar su turno. Es posible que no comprendan completamente el concepto de decir la hora, perder cosas o realizar un seguimiento de las tareas. Estos problemas pueden generar problemas en la escuela, en el hogar y con los amigos. Los padres pueden ayudar a sus hijos a superar estos desafíos estableciendo expectativas claras y brindándoles comentarios positivos y consistentes. Establecer expectativas claras puede ayudar a prevenir malos comportamientos y fomentar acciones positivas. Por ejemplo, si su hijo siempre se olvida de llevar la tarea a casa, establezca una expectativa clara de que debe llevarla a casa todas las noches.

Desarrollar la autoestima de los niños con TDAH

Los niños con TDAH pueden tener dificultades con su autoestima, especialmente cuando se burlan de ellos o los acosan, o cuando se les compara con sus compañeros. Esto puede llevarlos a sentirse tristes, frustrados y enojados. Los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar su autoestima elogiándolos por sus fortalezas y logros, y ofreciéndoles apoyo y aliento cuando enfrentan desafíos. Hable con su hijo sobre sus fortalezas e intereses, y cómo puede usarlos para ayudarlo a sentirse más seguro y orgulloso de quién es. Encuentre formas positivas de alentar a su hijo a alcanzar su máximo potencial. Elogie a su hijo cuando le vaya bien, ayúdelo a encontrar mentores y modelos positivos y apóyelo cuando necesite ayuda o aliento.

Cómo afrontar conductas desafiantes

Los niños con TDAH a menudo tienen problemas para regular sus emociones y pueden tener rabietas o crisis nerviosas cuando se sienten abrumados. Este tipo de conductas desafiantes son comunes en personas con TDAH y pueden ser difíciles de manejar. Los padres deben intentar calmar la situación y ofrecer comentarios positivos y consistentes para ayudar a sus hijos a recuperar el control de sus emociones y acciones. Trate de no tomarse el comportamiento como algo personal. Recuerde que su hijo no lo está desafiando porque quiera molestarlo. La frustración y los sentimientos de estar abrumado se están apoderando de él y su hijo no puede afrontarlos de manera saludable.

Manejar el estrés y cuidarse

Como padre, es posible que a menudo sienta que se está quedando sin nada. Criar a un niño con TDAH puede ser estresante, llevar mucho tiempo y ser un desafío. Los padres pueden ayudar a aliviar el estrés en su vida dedicando tiempo al cuidado personal. Es importante tomarse un tiempo del día para hacer cosas que le ayuden a relajarse y recuperar energías.